Detrás del parabrisas, una gasolinera cualquiera. Pero hay algo más: un cliente trabaja con su portátil junto a un café premium, una pareja recoge un paquete de Amazon, otro compra en un supermercado urbano sin bajarse del coche. Ya no estamos en una simple gasolinera, sino en un hub de retail diseñado para el viajero contemporáneo.
Lo que antes era un alto en el camino, hoy se perfila como un nuevo destino de consumo, comodidad y experiencia. Las estaciones de servicio se están reinventando para adaptarse a una movilidad más flexible, digital y multienergía. Y lo están haciendo apostando por el new retail: tiendas de conveniencia, experiencias inmersivas, automatización y servicios personalizados para un cliente cada vez más exigente.
Repsol, pionera del nuevo modelo
La energética española ha sido una de las primeras en liderar esta transformación. Repsol está convirtiendo sus más de 3.500 estaciones en espacios multifuncionales, donde conviven combustibles renovables, recarga eléctrica, cafés premium, zonas de coworking y puntos de recogida digital.
Algunas estaciones ofrecen incluso eventos tipo coffee parties con DJs, mientras otras ya integran tiendas Supercor Stop&Go, productos de alimentación gourmet o lavados de coche digitalizados.
La compañía ha incorporado también más de 900 Amazon Lockers y su app Waylet ya cuenta con más de 9 millones de usuarios.
El fenómeno es global
Pero esta transformación no se queda en España. En Emiratos Árabes Unidos, ADNOC ha convertido sus estaciones ADNOC Oasis en auténticos centros de retail inteligente: repostaje automatizado, car wash ecológico, pedidos desde el coche y tiendas con IA que permiten comprar sin pasar por caja.
En Australia y Nueva Zelanda, Ampol ha lanzado el formato Foodary, donde el cliente puede cargar su coche eléctrico mientras disfruta de un desayuno gourmet.
En Irlanda, operadores como Applegreen han firmado acuerdos con M&S Food para ofrecer una propuesta de alimentación de alta gama en carretera.
En Reino Unido, el fenómeno se consolida con estaciones donde conviven tiendas de conveniencia, como Morrisons Daily o Asda Express, y marcas de restauración rápida como McDonald’s, Starbucks o Greggs.
Retail y energía: una alianza estratégica
Este cambio de paradigma responde a una oportunidad clave: la combinación del retail y la movilidad como palanca de fidelización, conveniencia y rentabilidad.
Según un estudio de BCG, el 40% del margen de algunas estaciones ya proviene del retail no vinculado al combustible. Y las estimaciones del mercado global apuntan a un crecimiento hasta los 2,4 billones de dólares en 2032.
Para las marcas de retail, estar presentes en estos espacios significa llegar a un cliente en movimiento, predispuesto a comprar por impulso, pero también dispuesto a experimentar. Y para las energéticas, supone diversificar el negocio en un contexto de transición energética.
BP y Dia acaban de anunciar una alianza que resume bien esta tendencia: tiendas de conveniencia en estaciones de servicio, con un programa de fidelización cruzada donde repostar otorga descuentos para hacer la compra y viceversa.
Un nuevo canal de distribución
Las estaciones de servicio se están consolidando como un nuevo canal retail, estratégico para marcas de conveniencia, food-to-go, restauración, digital commerce y movilidad.
El concepto de «gasolinera» como lugar de paso ha quedado atrás. Hoy, estos espacios se configuran como puntos de contacto directo con un consumidor cada vez más móvil, conectado y multicanal.
Y si algo está claro es que quien domine el retail en carretera dominará buena parte del futuro del consumo. Porque en esta nueva era, el viaje es también un momento de compra.