En el retail también se come con los ojos. Y los chefs lo saben. Por eso la nueva frontera del branding gastronómico se juega lejos de los fogones y más cerca del carrito de la compra. Aceites, salsas, caldos, vinos o snacks firmados por cocineros de prestigio ya compiten en los lineales, en una estrategia que trasciende el simple producto: se trata de llevar la experiencia y el sello personal del chef a la cocina del consumidor.
Este fenómeno —que podríamos llamar la «retailización inversa» de la alta cocina— está creciendo de forma notable en España y en otros países, con apuestas que combinan excelencia culinaria, diseño de packaging y narrativas de marca bien construidas.
Se trata de una tendencia en sintonía con la «retailización” de los restaurantes (convertidos en espacios de venta con identidad propia) que se suma a la búsqueda de nuevos canales de negocio para la hostelería.
De la cocina al lineal: una nueva vía de negocio para los chefs
Dabiz Muñoz fue uno de los pioneros en España con sus Salsas XO, una línea de salsas gourmet pensadas para llevar la creatividad de su cocina al hogar. Están disponibles en El Corte Inglés.
Ricard Camarena, por su parte, ha desarrollado Letern, una marca de conservas y productos fermentados surgida de los descartes de su I+D, con una clara orientación a la sostenibilidad.
Otros chefs de renombre como el laureado Martín Berasategui ha sacado productos como vinos (en colaboración con Grupo La Navarra) e incluso menaje de cocina con su firma (como los de Haizea).
En otros mercados, la tendencia va en sintonía. En Londres, restaurantes con estrella como Gymkhana han logrado colarse en los lineales de Waitrose con una gama de salsas y chutneys inspirados en su cocina que trasladan el sabor del restaurante a casa.
En Australia, el chef Sanjeev Kapoor ha posicionado su marca “Arth” en las tiendas Coles, con un surtido de salsas y encurtidos indios que triunfan entre los foodies.
Marca, experiencia y estrategia
Lo que distingue a esta generación de productos de chef no es sólo su calidad. Es su capacidad para contar una historia, transmitir valores, generar comunidad. El packaging, los materiales de comunicación y el storytelling? acompañan cada producto con una narrativa que amplifica la experiencia más allá del plato.
En muchos casos, esta retailización va de la mano de colaboraciones con distribuidores, acuerdos con cadenas especializadas o la creación de marcas paralelas, que pueden escalar sin comprometer el modelo de restauración original.
Retail gourmet con ADN de alta cocina
Este movimiento responde a una nueva lógica de consumo: el cliente quiere saborear en casa lo que admira en redes, lo que ha probado en un menú degustación o lo que sueña con experimentar algún día. Para los chefs, representa una forma de diversificar ingresos, expandir notoriedad de marca y generar fidelidad a través del lineal.
Y para el retail, supone una oportunidad de oro: contar con productos firmados por chefs mediáticos permite diferenciar surtido, atraer nuevas audiencias e incrementar el ticket medio con referencias aspiracionales.
Todo apunta a que esta tendencia irá a más. Con la profesionalización de las cocinas, la digitalización de las marcas personales y la demanda creciente de productos de calidad y origen, veremos cada vez más chefs lanzando líneas propias de producto.
El reto será mantener la coherencia, la calidad y la magia de la alta cocina, pero a escala retail.