Retail Cloud: el nuevo cerebro del comercio conectado

La tienda se sube a la nube para ganar agilidad, eficiencia y datos en tiempo real
Mujer sosteniendo una tablet con un holograma de una nube Mujer sosteniendo una tablet con un holograma de una nube

Durante años, hablar de sistemas en la nube en retail se relacionaba con el e-commerce. Hoy, sin embargo, el Retail Cloud se está convirtiendo en una infraestructura esencial para todo el ecosistema comercial, incluyendo la tienda física. Se trata de una transformación que moderniza procesos y, además, redefine la forma en la que se gestiona, se opera y se toman decisiones en un entorno omnicanal.

El nuevo sistema nervioso del retail

La nube ya no es solamente un lugar donde almacenar información. El Retail Cloud es el conjunto de soluciones y servicios alojados en la nube que permiten a cualquier retailer operar de forma integrada, ágil y escalable. Incluye la gestión de inventario, precios, promociones, datos de clientes, POS?, CRM?, logística y análisis predictivo. Todo conectado y accesible en tiempo real.

Esto permite a los equipos trabajar desde distintos puntos con la misma información, tomar decisiones en el momento y automatizar procesos que antes eran lentos o estaban fragmentados. 

Según un informe publicado por Logic Information Systems en Azure Marketplace, los minoristas que adoptan la transformación de TI basada en la nube consiguen un aumento del 30% en la eficiencia operativa y un crecimiento del 20% en los ingresos.

De la infraestructura al modelo de negocio

Pero el Retail Cloud no es sólo una herramienta técnica. Es el paso que está permitiendo adoptar nuevos modelos de negocio basados en el dato, la agilidad y la personalización. Empresas como Inditex, Carrefour o Mango han migrado parte de sus operaciones a arquitecturas cloud para poder tomar decisiones comerciales más rápidas, lanzar nuevas funcionalidades sin depender de sistemas antiguos y gestionar de forma más eficiente sus redes de tiendas.

Esto también está abriendo la puerta a integrar módulos de IA generativa, personalización algorítmica, pricing dinámico? o recomendaciones en tiempo real. Sephora, por ejemplo, ha desarrollado experiencias de compra personalizadas gracias a la inteligencia artificial aplicada a sus sistemas en la nube, lo que le permite ofrecer recomendaciones de productos basadas en hábitos de consumo y preferencias individuales.

Los grandes proveedores se posicionan

En este escenario, los principales actores tecnológicos han lanzado soluciones específicas para retail. Google Cloud, Microsoft Azure, AWS, Oracle, SAP o Salesforce ofrecen entornos cloud adaptados al sector, con microservicios, APIs abiertas y capacidades de integración para operar desde el ERP? hasta el punto de venta.

Cada uno lo hace a su manera, pero todos coinciden en lo mismo: la nube ya no es una opción para escalar, es una condición. Como explican desde Google Cloud, «los retailers que operan en entornos desconectados pierden agilidad, competitividad y oportunidades de ingresos frente a quienes ya tienen una infraestructura cloud nativa».

¿Y los retos?

Migrar a la nube no está exento de obstáculos. El primer reto suele ser la inversión inicial: hay que contratar servicios cloud, pero también hay que rediseñar arquitecturas internas, formar a equipos y, en muchos casos, contratar servicios externos para facilitar la transición.

Otro desafío habitual es la integración con sistemas heredados. Muchas cadenas de retail operan con tecnologías obsoletas o poco compatibles, lo que obliga a hacer desarrollos a medida o a planificar migraciones por fases. La complejidad técnica se convierte así en una barrera que ralentiza el proceso.

Además, el cambio también es organizacional. Requiere una gestión activa del cambio, comunicación interna y capacitación continua. Es habitual encontrar resistencias en equipos acostumbrados a herramientas locales o procesos manuales, especialmente en tiendas físicas.

Por último, la transición al Retail Cloud exige una estrategia clara de datos y seguridad. Hay que subir información a la nube cumpliendo normativas como el RGPD, estableciendo políticas de acceso, gobernanza y protección contra ciberataques.

A pesar de todo ello, los beneficios tienden a superar los obstáculos. Una vez implementado, el Retail Cloud permite reducir costes de mantenimiento, recibir actualizaciones automáticas, escalar recursos según demanda y desplegar innovaciones con mayor velocidad y menor riesgo operativo.

Lo que viene

A medida que el Retail Cloud se consolida, aparecen nuevas tendencias. Una de ellas son las arquitecturas composables?, que permiten montar los sistemas de retail como módulos intercambiables. Esto da flexibilidad para adaptar o sustituir funciones concretas (como pagos, promociones o gestión de pedidos) sin afectar al resto.

La integración nativa de inteligencia artificial también es tendencia. Facilita automatizar decisiones, desde precios hasta recomendaciones personalizadas. Cuando la IA está integrada en la nube, su impacto es continuo y escalable.

Además, también se puede realizar operaciones predictivas, que permiten anticiparse en lugar de reaccionar. Gracias al análisis constante de datos, los retailers ajustan stock, detectan patrones y toman decisiones antes de que los problemas ocurran.

Las plataformas preparadas para experimentar sin interrumpir el negocio son otra tendencia que permite lanzar pruebas, activar nuevas funciones o modificar flujos sin alterar el día a día. Esto impulsa una innovación más rápida y segura.

En definitiva, lo que antes era una infraestructura de soporte se convierte ahora en el centro de decisiones. Porque en un comercio conectado, no basta con vender: hay que aprender, anticipar y responder. Y para eso, la nube es el nuevo cerebro.

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