En el nuevo mapa del retail, los hoteles han dejado de ser simples espacios de descanso para convertirse en verdaderos centros de experiencia y consumo. Esta transformación no responde sólo a una estrategia de diversificación, sino al cambio profundo en las expectativas del cliente, que ya no busca únicamente un lugar donde pasar la noche, sino una experiencia completa y memorable.
Al abrigo de esta tendencia, muchos establecimientos están apostando por integrar retail físico y digital dentro de su propuesta de valor. Y no hablamos de vender el albornoz del baño o la almohada del catálogo, sino de concept stores en el lobby, marketplaces con productos de diseño local o colaboraciones exclusivas con marcas emergentes. Bienvenidos al universo del «room service retail?».
El caso Casa Bonay: identidad local hecha tienda
Ubicado en el Eixample barcelonés, Casa Bonay es uno de los referentes europeos en esta nueva forma de entender el hotel. Más que un alojamiento boutique, se ha convertido en un nodo cultural y comercial, con una selección cuidada de tiendas dentro del propio edificio. Desde una micro-librería hasta ropa de streetwear o cosmética local, todo está pensado para conectar con la comunidad creativa de la ciudad.
Lo interesante es que estas tiendas no son ajenas a la narrativa del hotel, sino extensiones naturales de su identidad. La selección de productos responde al mismo criterio estético y cultural que define el diseño de sus habitaciones o la carta de su restaurante. Así, el retail no interrumpe la experiencia del huésped, sino que la enriquece.
Arlo Hotels: el phygital? como filosofía
La cadena estadounidense Arlo Hotels ha llevado esta estrategia un paso más allá, creando espacios donde lo físico y lo digital conviven de forma fluida. En sus establecimientos de Nueva York y Chicago, las tiendas efímeras, las exposiciones de arte urbano y los pop-ups gastronómicos se suceden cada semana, generando una sensación de novedad constante.
Arlo no busca vender productos por el simple hecho de diversificar ingresos, sino construir una comunidad. Sus lobbies funcionan como espacios de coworking y sus eventos atraen tanto a huéspedes como a vecinos. Este enfoque transforma al hotel en plataforma, donde el consumo forma parte de una experiencia cultural compartida.
Selina: el ecosistema retail para nómadas modernos
Con presencia global, Selina ha creado un modelo híbrido que combina alojamiento, coworking, bienestar y retail. En sus espacios se puede comprar arte local, ropa artesanal o productos wellness. Todo lo que forma parte de la experiencia puede llevarse puesto o enviarse a casa.
Este enfoque resulta especialmente atractivo para el viajero millennial y Gen Z, que busca autenticidad, sostenibilidad y pertenencia. Al integrar retail en su propuesta de estilo de vida, Selina convierte cada estancia en una puerta de entrada a una cultura local tangible y comercializable.
Aman Resorts: lujo silencioso con tienda propia
En el extremo del espectro está Aman, la cadena de lujo que ha apostado por un modelo de retail mucho más sutil pero no menos efectivo. Sus hoteles integran catálogos exclusivos de productos wellness, arte y moda que pueden adquirirse tanto en las habitaciones como en su tienda online. Además, a través de su submarca Nama, ofrecen objetos de diseño boutique que reflejan la estética minimalista de sus resorts.
El retail en Aman es una extensión de su promesa de tranquilidad y belleza. No hay escaparates llamativos ni zonas comerciales evidentes: el lujo se filtra de forma invisible pero deseable. Y funciona.
Del souvenir a la experiencia transformadora
Lo que une a todos estos ejemplos es una visión del retail no como complemento, sino como eje central de la experiencia hotelera. Ya no se trata de ofrecer un producto más, sino de construir un relato coherente en el que el cliente pueda participar activamente. Comprar en el hotel deja de ser una transacción impulsiva para convertirse en un acto emocional y narrativo.
Este modelo también responde a una necesidad económica: los hoteles buscan nuevas vías de ingreso que no dependan exclusivamente de la ocupación. El retail, si se integra con inteligencia, puede multiplicar el valor por cliente, extender la relación más allá de la estancia y proyectar la marca del hotel en nuevos canales.
Room service retail, una tendencia con futuro
Los límites entre sectores están desapareciendo, y cada vez es más natural que el retail forme parte integral del universo hotelero. Los establecimientos que adoptan esta visión destacan al generar nuevas oportunidades de conexión con el cliente. Por eso, no sorprende que muchas cadenas estén lanzando sus propias plataformas de e-commerce o buscando alianzas con marcas emergentes para enriquecer su propuesta de valor.
El «room service retail» no es una moda pasajera, sino una evolución natural del new retail. Donde antes había un minibar y una bata, ahora hay una oportunidad de storytelling? comercial. Y eso, en un sector como el hotelero, es oro puro.