Workcenter opera en un sector maduro —el de la impresión digital y la reprografía—, con competencia directa de grandes multinacionales y nuevos actores tecnológicos. En este contexto, la modernización y la digitalización no son una opción, sino un imperativo estratégico.
“Nuestro gran reto es completar el proceso de transformación digital que iniciamos hace unos años”, explica Carlos de Lucas, CEO de Workcenter. Este proceso no sólo afecta a las herramientas o plataformas, sino también al posicionamiento de la marca. “Aunque el 48% de nuestra facturación procede del B2B, todavía hay empresas que no nos conocen como proveedor global. Y ahí tenemos margen de mejora”.
Más allá del “servicio urgente”
Durante años, Workcenter ha sido percibida como una solución para necesidades de última hora. Hoy, su objetivo es ser un socio estable y estratégico. “Queremos que las empresas nos vean como un proveedor de confianza, no sólo para urgencias. Ofrecemos un servicio integral: desde el diseño hasta la instalación del producto, pasando por la producción y la posventa”.
El foco está puesto en la fidelización a través de la calidad del servicio. “No vendemos sólo impresión. Ofrecemos una solución completa, con un interlocutor único que acompaña al cliente en todo el proceso”, afirma el CEO.
Queremos que las empresas nos vean como un proveedor de confianza, no sólo para urgencias.
Omnicanalidad y experiencia de cliente
Workcenter opera actualmente a través de tres canales principales: puntos de venta físicos en Madrid y Barcelona, un canal comercial orientado al B2B y un e-commerce en plena expansión. “El e-commerce no sólo nos da ventas, también conocimiento. Es esencial para atraer nuevos clientes y entender mejor sus necesidades”.
La experiencia de cliente es, para Carlos de Lucas, el verdadero campo de juego. “En nuestro caso, cada proyecto es único. Hay mucho de consultoría, de escucha activa. Eso marca la diferencia: que el cliente sienta que su idea se ha entendido y se ha ejecutado como necesitaba”.
Tecnología sí, pero sin perder el trato humano
Carlos de Lucas lo tiene claro: hay que mantenerse informado, pero con sentido común. “Es fundamental estar al tanto de todas esas oportunidades”, afirma, en referencia a los avances tecnológicos como la inteligencia artificial. Sin embargo, advierte: “No todo es aplicable a todo, ni todos los retailers podemos incorporar absolutamente todas las tecnologías nuevas que surgen”.
Por eso, aunque Workcenter explora nuevas herramientas digitales, como la inteligencia artificial, lo hace desde una visión realista. “Es importante estar ahí, atentos, pero siempre con los pies en el suelo”, afirma convencido al tiempo que remata: “La tecnología es clave, pero nunca sustituirá la relación humana. El retail vive de personas. Y si no cuidamos al cliente interno, difícilmente lograremos fidelizar al externo”.
En este sentido, la inversión en formación y desarrollo del equipo es una prioridad. “Un buen producto sin un equipo implicado no tiene futuro. Las personas son nuestro mayor activo”.
La tecnología es clave, pero nunca sustituirá la relación humana. El retail vive de personas. Y si no cuidamos al cliente interno, difícilmente lograremos fidelizar al externo
Una PYME con alma grande
Aunque compite con gigantes, Workcenter se apoya en la flexibilidad y cercanía como ventajas diferenciales. “Tenemos menos recursos, sí, pero eso nos obliga a ser más creativos, más resolutivos. Nos remangamos más. Y eso nos conecta mejor con el cliente”.
De Lucas reivindica también el aprendizaje constante, observando a otros retailers de referencia: “Hay muchos ejemplos que inspiran. Desde Decathlon o Inditex, hasta empresas como Fnac. Cualquiera que innove y haga las cosas bien nos ayuda a evolucionar”.
Tenemos menos recursos, sí, pero eso nos obliga a ser más creativos, más resolutivos. Nos remangamos más. Y eso nos conecta mejor con el cliente
El futuro está en construir relaciones
Workcenter mira al futuro con ambición, pero sin perder la esencia. “Seguimos transformando la compañía, haciendo un montón de cambios, tanto a nivel de producto, de servicio, como de gestión y herramientas”, afirma Carlos de Lucas. Con la mirada puesta en la tecnología, reconoce que “esto va tan deprisa que no podemos ni imaginar todas las posibilidades que nos va a dar”.