Laura Palomo (Scotta): “Tienen que identificarte por tu producto… y por la magia que le das a tu marca”

La directora general de Scotta reflexiona sobre el crecimiento de una firma que quiere madurar sin perder su alma rebelde

Scotta ha dejado de ser la marca “guay” de la adolescencia para dar un paso hacia la madurez. Y como toda transición vital, ésta también requiere decisiones importantes. Rentabilidad, posicionamiento, experiencia de cliente… Son muchos los retos que Laura Palomo, su directora general, tiene sobre la mesa. Pero también muchas las certezas: el producto está, la marca tiene un enorme potencial, y el cliente sigue siendo el epicentro.

En su conversación con The New Retail News, Palomo comparte con espontaneidad, humor y mucha claridad de ideas cuál es el momento que atraviesa la firma, y hacia dónde se dirige. “Scotta se enfrenta al reto que tiene un adolescente cuando quiere convertirse en un joven de verdad. Tenemos que saber qué queremos ser en esta nueva etapa, pero también ser un joven muy rentable y muy atractivo”, señala.

Scotta se enfrenta al reto que tiene un adolescente cuando quiere convertirse en un joven de verdad

De adolescentes “guays” a jóvenes con propósito

El símil vital no es casual. Para Palomo, Scotta ha sido hasta ahora una marca muy bien posicionada, con un estilo reconocible y un producto que engancha. “Hemos sido un adolescente muy guay, que molaba. Pero ahora tenemos que convertirnos en un buen partido, tanto para el exterior como para el interior, para la propia casa y para el dueño”, afirma. Y eso exige trabajar dos dimensiones clave: reforzar la rentabilidad y adecuar la oferta al público real que consume su moda.

Ahora tenemos que convertirnos en un buen partido, tanto para el exterior como para el interior, para la propia casa y para el dueño

Sin renunciar al espíritu joven que ha acompañado siempre a Scotta, el objetivo ahora es ampliar el rango y mantener la conexión con quienes la han seguido desde el principio. “No queremos perder el atractivo para esa gente más joven que nos ha acompañado siempre y que ahora busca otro estilo”.

Del producto a la marca… y al cliente

El producto ha sido el gran pilar de la compañía desde su nacimiento. “Llevamos diez años en el mercado y hemos estado muy centrados en tener un producto de buena calidad, con un posicionamiento de precio razonable. Pero ahora el quid está en pasar de tanto producto a un poco más de marca, y sobre todo, mucho cliente. Mucho, mucho cliente”, recalca.

El quid está en pasar de tanto producto a un poco más de marca, y sobre todo, mucho cliente. Mucho, mucho cliente

Para Laura Palomo, la empresa necesita virar hacia una estrategia donde el cliente esté en el centro de todas las decisiones: desde la ubicación de las tiendas hasta la manera de comunicarse con ellos. “Queremos que la experiencia del cliente conecte con Scotta desde donde conecte, y que sea excelente, no sólo buena”, subraya. Y en ese camino, cobran especial importancia elementos como el trato en tienda, los planes de fidelización, o la propia expansión del canal físico.

Una omnicanalidad con sentido

Lejos de modas pasajeras, Palomo se muestra firme: no se trata de aplicar tecnología por inercia, sino de hacerlo cuando realmente aporte valor. “Todo el mundo habla de digitalización, pero en una pyme como la nuestra, la tecnología es cara y se aplica cuando se puede”, explica.

Scotta está en pleno proceso de migración hacia un ERP? más sólido, y aunque la inteligencia artificial aún no ha aterrizado en las tiendas físicas, sí se están explorando aplicaciones en el e-commerce para mejorar la experiencia del usuario. El objetivo no es otro que hacer que la relación con el cliente sea más fluida, más personalizada y más duradera, sin perder el control del “manillar”.

Marca con alma y un símbolo que va más allá

En un entorno cada vez más saturado, donde muchas marcas emergen desde el storytelling?, Scotta defiende un enfoque más clásico: primero el producto, luego la marca. “Somos un poco más de la vieja guardia: primero tienes que tener un gran producto, y después asegurarte de convertirte en una gran marca”, defiende Palomo.

Y esa magia, ese “alma” que da sentido a Scotta, también se refleja en su icono más visible: la moto. “No queremos ser sólo los de la moto, pero es muy fuerte que tu imagotipo tenga esa fuerza. Queremos que esa moto sea parte del estilo de vida Scotta”, apunta con orgullo.

Estamos buscando un socio. No nos gusta llamarlo inversor, porque queremos alguien que vaya de verdad con nosotros

Un socio para recorrer el siguiente tramo

El crecimiento de Scotta pasa también por encontrar el compañero de viaje adecuado. “Estamos buscando un socio. No nos gusta llamarlo inversor, porque queremos alguien que vaya de verdad con nosotros”, asegura. Lejos de los grandes fondos o de una visión cortoplacista, lo que buscan es un impulso que respete el ADN de la marca y permita desarrollar su verdadero potencial.

Tenemos potencial para ser algo así como el Ralph Lauren español. Con raíces, con autenticidad, con carácter

“Carlos, el fundador, creó esta empresa para dejársela a sus hijos. Eso es precioso. Y con un poco de inyección, creo que podemos llegar muy lejos”, afirma Palomo. ¿Hasta dónde? Hasta convertir la marca en un referente del estilo español con proyección internacional. “No quiero parecer presuntuosa, pero tenemos potencial para ser algo así como el Ralph Lauren español. Con raíces, con autenticidad, con carácter”. 

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