¿A qué suena tu tienda?

Las marcas afinan su identidad sonora para conectar con el consumidor a través de playlists dinámicas, IA y experiencias sensoriales únicas.
Chica escuchando música Chica escuchando música

Entras en una tienda y suena justo ese tema que llevas semanas tarareando. O tal vez una playlist que cambia según el clima, la hora del día o el tipo de cliente que entra. No es casualidad: es estrategia. El retail está empezando a sonar distinto, y lo hace de forma cada vez más intencionada, personal y tecnológica.

La identidad sonora —el conjunto de elementos auditivos que una marca usa para comunicar su esencia— está emergiendo como una de las herramientas más potentes del branding experiencial. No se trata sólo de poner música ambiental: hablamos de jingles dinámicos, playlists basadas en datos y sonidos diseñados con inteligencia artificial que adaptan el ambiente al contexto en tiempo real.

Mucho más que música de fondo

Durante años, la música en tienda fue un elemento casi invisible. Pero hoy, en un entorno omnicanal donde la diferenciación pasa por la experiencia, el sonido se ha convertido en un canal estratégico para activar emociones, reforzar la identidad de marca y, en muchos casos, influir en la decisión de compra.

Lo cierto es que algunas marcas ya llevaban años jugando con esto, incluso antes de que se hablara de data-driven playlists. ¿Quién no recuerda entrar en una tienda de Bershka a principios de los 2000 y sentirse como en una discoteca adolescente? Con luces tenues, altavoces potentes y sesiones que no desentonarían en un club, la marca entendió pronto que su cliente quería vivir una experiencia, no sólo comprar ropa.

El algoritmo también tiene ritmo

Hoy, la personalización del sonido en retail va mucho más allá. Plataformas como Soundtrack Your Brand, nacida de Spotify, permiten seleccionar música que se adapte al perfil de cliente, al tiempo que cumple con licencias comerciales. Además, sugieren pistas en función del análisis del entorno: tipo de producto, volumen de clientes, hora o incluso estación del año.

En tiendas de cosmética, como Rituals o Aesop, la música es una prolongación de la experiencia sensorial. En el caso de la firma japonesa MUJI, el minimalismo también se escucha: usan música ambiental diseñada para fomentar la calma y la atención plena, acorde con su filosofía de marca.

El efecto Netflix: cuando una marca suena y ya la reconoces

Un caso paradigmático de identidad sonora fuera del retail físico, pero enormemente influyente, es el de Netflix. Su característico ta-dum que suena al aparecer el logo no es sólo un efecto: es una firma sonora global, reconocible en milésimas de segundo. Ese tipo de recursos están siendo adaptados ahora por muchas marcas físicas, que buscan que el cliente las reconozca con los ojos cerrados.

De hecho, el jingle está viviendo una segunda juventud. Gracias a la IA generativa, algunas marcas están experimentando con identidades sonoras adaptativas: melodías que cambian sutilmente según el contexto, el canal o incluso el dispositivo del usuario. ¿La idea? Que el cliente reconozca la marca sin necesidad de ver su logo.

¿Funciona? Sí, y se mide

Según un estudio de Soundtrack Your Brand, el uso de música personalizada en tiendas puede aumentar el tiempo de permanencia hasta en un 9% y elevar las ventas hasta un 10% si se alinea con la identidad de marca. Además, incrementa la percepción positiva del cliente y refuerza el recuerdo.

El sonido como firma invisible

La identidad sonora es, en muchos casos, el nuevo logotipo emocional. No se ve, pero se queda. No molesta, pero se recuerda. Y cuando está bien hecha, logra que una marca suene a hogar, a deseo, a experiencia.

Cada vez más retailers están afinando sus estrategias acústicas, conscientes de que en un mundo saturado de estímulos visuales, el oído puede ser la vía más directa al corazón del cliente.

Tendencias. Datos. Voces que lideran.

Cada semana en tu correo

Suscríbete a la newsletter de The New Retail News y recibe las claves
del nuevo retail contadas por quienes lo están transformando.