Los británicos están apostando por la segunda mano con más fuerza que nunca. Según el último informe del British Retail Consortium (BRC), siete de las diez categorías analizadas muestran crecimiento, con el mobiliario en cabeza, tras subir del 15% al 21% de participación, y los pequeños dispositivos electrónicos siguiéndolo de cerca, al pasar del 18% al 22%.
Esta transformación del consumo responde tanto a factores económicos y sostenibles como a un cambio profundo que está reconfigurando las bases del retail tradicional. Desde el auge de las plataformas online y la red de charity shops hasta una nueva sensibilidad generacional están reconfigurando el consumo.
Evolución del recommerce? en el último año
La ropa de adulto sigue siendo la categoría estrella (43%) de las compras de segunda mano entre los británicos. Sin embargo, esta categoría cede terreno respecto al 45% del año anterior. También caen calzado y moda infantil.
¿El motivo? Saturación del canal, más que desinterés: el consumidor ya ha interiorizado esta vía de compra como una opción habitual y busca explorar otras.
En cuanto al perfil de los compradores, todas las generaciones apuestan por el recommerce: La Generación Z lidera en todas las categorías salvo en ropa infantil. Y los Boomers sorprenden por su incremento en muebles, un segmento históricamente poco digital.
Sophie De Salis, asesora de sostenibilidad del BRC, lo resume así: «La segunda mano ya no se percibe como una segunda opción. Es una elección consciente de sostenibilidad, asequibilidad e individualidad».
El caso británico y sus implicaciones globales
¿Qué hace único al caso británico? Para responder a esta pregunta hay que fijarse en varias claves:
Por una parte, el peso de los charity shops, que es importante en el mercado británico (hay más de 11.000 tiendas solidarias en UK).
Por otra parte, programas como Zara Pre-Owned, IKEA Buy Back o las secciones “pre-loved” de retailers como John Lewis, ASOS y Selfridges dan muchas opciones para quienes apuestan por los productos de segunda mano.
Además, el perfil del consumidor actual, más exigente, digitalizado y con fuerte conciencia climática hace que esta tendencia gane adeptos a diario.
Este boom británico sirve como laboratorio para el resto del retail europeo. La lógica de recommerce ya no es exclusiva del textil, sino que gana fuerza en categorías tradicionalmente reacias como el mueble o la electrónica. La clave: confianza, facilidad logística y storytelling? alineado con los valores del cliente.
Por lo tanto, Reino Unido está redefiniendo el lugar de los productos de segunda mano en el imaginario colectivo. Lo que era marginal, hoy es deseable. Y lo que era barato, ahora es valioso. El recommerce se convierte en primera opción para quienes buscan estilo con sentido y consumo con coherencia.