Mientras las grandes cadenas del retail alimentario refuerzan su dominio nacional, una revolución silenciosa está en marcha en los territorios: los supermercados regionales están creciendo el doble que la media del sector. Los datos lo dejan claro: los 25 principales operadores regionales en España han incrementado su superficie comercial por encima del 10% entre 2021 y 2024. Esto duplica holgadamente el crecimiento medio del sector, que se ha situado en el 4,3% en el mismo periodo, según el IV Informe de la distribución alimentaria de proximidad en España, elaborado por la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS).
Entre estos operadores destacan marcas como Coviran, Alimerka, Froiz, Gadisa, Lupa o Uvesco, que han fortalecido su presencia en regiones como Andalucía, Asturias, Galicia, Cantabria o el País Vasco. Su crecimiento se basa en un profundo conocimiento del consumidor local y en una apuesta por el arraigo territorial.
Un modelo que entiende al cliente
Frente a la estandarización de las grandes marcas nacionales, los supermercados regionales juegan con ventaja en su terreno: conocen el producto local, adaptan surtidos con rapidez, generan empleo de proximidad y fidelizan a su comunidad.
No se limitan a competir por precio, sino que refuerzan su propuesta de valor con cercanía, servicio y flexibilidad.
Este crecimiento no es casual. Muchas de estas enseñas locales están apostando por la modernización de sus tiendas, la inversión en eficiencia energética y la digitalización de procesos.
Además, cuentan con estructuras menos jerarquizadas y una toma de decisiones más rápida que los grandes retailers, lo que les permite adaptarse mejor a los cambios del entorno.
El papel de las franquicias y los nuevos emprendedores
Una parte clave de este auge la protagoniza el comercio asociativo. Franquicias y cooperativas han representado el 60% de las nuevas aperturas en 2024, y muchas de ellas se han producido en municipios de menos de 10.000 habitantes. Allí, estos formatos vertebran el territorio y garantizan el acceso a la alimentación.
Buena parte de estos nuevos empresarios son inmigrantes que están profesionalizando el sector desde la base: gestionan varias tiendas, consolidan pequeñas cadenas y entienden las nuevas demandas del consumidor con una visión innovadora.
La batalla por la proximidad
Más del 50% de los establecimientos alimentarios en España responden a modelos de proximidad y esto están aprovechando los supermercados regionales como una ventaja estratégica: su capilaridad. Cubren zonas donde otras cadenas no llegan y ofrecen una experiencia más personalizada, sin renunciar a precios competitivos.
Este modelo está demostrando su resiliencia: genera empleo, arraigo territorial y está logrando niveles de rentabilidad muy competitivos. De hecho, el informe de ASEDAS muestra que muchas de estas marcas superan ya el 2% de rentabilidad sobre ventas, en línea con los grandes operadores.
Por lo tanto, los supermercados regionales no son un formato residual ni una excepción localista. Son actores clave de la nueva geografía del retail alimentario en España, que está cambiando desde la base, tienda a tienda.
La revolución del retail también se escribe en clave local.