En los supermercados de todo el mundo, los lineales de comida ya preparada han dejado de ocupar un rincón olvidado en el supermercado para convertirse en protagonistas del nuevo retail. La categoría de los ready meals o comidas listas para llevar (grab & go) está experimentando un auge imparable gracias a su promesa de conveniencia, sabor y sostenibilidad.
Un reciente estudio publicado por Custom Market Insights estima que el tamaño del mercado mundial de alimentos listos para comer será de casi 400.00 millones de euros en 2025 y se espera que alcance los 507.850 millones de euros para 2034.
Cuando cocinar ya no encaja en la rutina
La aceleración de los ritmos de vida y la transformación del hogar están cambiando lo que comemos. Con jornadas más largas, hogares con menos espacio y menos tiempo para cocinar, los consumidores buscan soluciones rápidas, sabrosas y saludables.
Ante este nuevo estilo de vida, la comida lista para comer ha pasado de ser una opción puntual a consolidarse como un pilar clave en la estrategia de los supermercados.
Pero este cambio de modelo no responde solamente a la falta de tiempo. También lo hace para satisfacer a un consumidor que valora la calidad, la información nutricional clara, el origen de los ingredientes y la sostenibilidad del envase.
Así, la categoría crece impulsada por una doble demanda: conveniencia e implicación consciente. Y los supermercados lo saben.
Por eso están reorganizando sus espacios para dar más protagonismo a esta oferta: córners grab & go, estanterías refrigeradas de alta rotación, soluciones on-the-go y puntos de recogida inmediata. Algunos operadores incluso incorporan micrococinas o alianzas con marcas foodtech para mejorar la propuesta.
En Reino Unido, Tesco ha rediseñado sus tiendas urbanas para dar más protagonismo al on-the-go, mientras Walmart en EEUU ha integrado cocinas fantasma para ampliar su oferta de platos calientes listos para entregar en minutos.
El resultado es un punto de venta más dinámico y versátil, capaz de responder en tiempo real a los hábitos —y al apetito— del nuevo consumidor urbano.
Los supermercados españoles, laboratorio de tendencias
El mercado español se presenta como un auténtico laboratorio de tendencias. Recientemente, compañías como Mercadona y Ebro Foods apuntaban a que en un futuro las cocinas domésticas podrían ser menos necesarias de lo que pensamos. Y los datos lo corroboran, porque los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación hablan de que las ventas de esa comida ya elaborada se han disparado casi un 9% y ya suponen más de 4.400 millones de euros.
Precisamente Mercadona continúa fortaleciendo su producción de la sección “listo para comer”, pero no es un caso aislado. Otros operadores, desde DIA hasta Lidl, también están ampliando su oferta.
La logística tras el plato
Este boom no sería posible sin una logística de frío impecable. Los avances en tecnología están permitiendo trabajar con cámaras, sensores y sistemas inteligentes para detectar temperatura, caducidades y rotación.
En paralelo, avanza el packaging sostenible —desde bandejas reciclables hasta envases compostables— para reducir el impacto ambiental.
Próxima parada: IA, personalización y retail media?
Los operadores aspiran a conocer al cliente final —sus horarios, gustos, frecuencia de compra— para diseñar menús personalizados, sugerencias de maridaje y contenido a la carta directamente en envoltorios o pantallas.
Además, el etiquetado inteligente abre la puerta a campañas de marketing integradas en tienda: promociones vinculadas al perfil del comprador, descuentos específicos o contenidos que conectan físico y digital.
Todo ello está haciendo que la comida lista para llevar y comer —en casa o en espacios preparados para calentar y degustar— ya no sea una moda pasajera. Se ha convertido en una plataforma global de transformación para el retail. Reúne conveniencia, sostenibilidad y experiencia, al tiempo que redefine la operativa de las tiendas.
España, con su evolución acelerada y adopción tecnológica, se perfila como un espejo para otros mercados maduros y en desarrollo.
Este fenómeno representa una nueva forma de vida urbana: comer con rapidez sin renunciar al sabor, al control de lo que se ingiere y a la responsabilidad ambiental.
La revolución del grab & go transforma lo que comemos, pero también cómo lo compramos, dónde lo consumimos y qué esperamos del retail del futuro.