Entrar en una app, apuntar con el móvil al salón y ver cómo quedaría ese sofá nuevo junto a la estantería que ya tienes. Moverlo de sitio, cambiarle el color, probar con una alfombra distinta. Y todo esto antes de hacer clic en “comprar”. Esto ya es el presente, y sobre todo el futuro, de la compra de mobiliario.
El sector del homeware? está acogiendo con fuerza las posibilidades de la realidad aumentada (AR), la realidad virtual (VR) y la inteligencia artificial (IA). Y lo está haciendo por necesidad, pero también por oportunidad. Porque cuando se trata de muebles, la visualización importa. Y mucho.
¿Por qué la tecnología importa tanto en este sector?
A diferencia de otras categorías del retail, el mobiliario es una compra que conlleva incertidumbre. Es voluminoso, difícil de devolver y requiere imaginar cómo encajará el producto en el espacio real del hogar. Aquí es donde la tecnología se convierte en aliada.
Según el informe Global Homeware Sector Report 2025, de RetailX, el 25% de los consumidores sigue prefiriendo acudir a tiendas físicas por la tranquilidad de ver y tocar el producto antes de comprarlo. Pero al mismo tiempo, un 42,5% ha realizado compras online de homeware en el último año, lo que demuestra que el canal digital se consolida, aunque con carencias por resolver.
Las herramientas de visualización 3D, los catálogos interactivos y las experiencias inmersivas están ayudando a cerrar esa brecha entre lo físico y lo digital. Aplicaciones de AR como las de IKEA o Wayfair permiten superponer muebles virtuales en espacios reales. Y cada vez más marcas están invirtiendo en desarrollos propios que integran IA para personalizar recomendaciones o predecir preferencias estilísticas.
De showroom físico a experiencia inmersiva
El concepto tradicional de “ver para creer” se está transformando en “probar antes de comprar, sin moverse del sofá”. La gamificación del proceso de compra está entrando en el terreno del homeware, y lo hace con un lenguaje visual familiar para las generaciones más jóvenes, acostumbradas a plataformas como The Sims o Animal Crossing.
Pero no se trata sólo de diversión. También hay eficiencia. La IA permite a las marcas optimizar el stock, adaptar las colecciones a las preferencias locales o incluso diseñar productos según patrones de búsqueda y comportamiento. El mismo informe de RetailX señala que el uso de datos inteligentes y la personalización están siendo algunos de los principales impulsores de conversión en e-commerce.
¿Qué está cambiando para el retail?
Esta revolución tecnológica implica una transformación profunda para el retail: pasar de vender productos a diseñar experiencias. Ya no basta con tener un buen catálogo; ahora hay que ofrecer herramientas que permitan al cliente interactuar, imaginar y decidir con seguridad.
Esto está llevando a muchas marcas a repensar también sus espacios físicos. Están haciendo showrooms más pequeños pero más digitales, tiendas que funcionan como puntos de exploración más que de transacción y experiencias phygital? que integran el móvil, el entorno y la personalización en tiempo real.
Además, esta apuesta tecnológica no es sólo estética o funcional. También puede ser sostenible: menos devoluciones, mejor planificación logística y una mejor relación entre lo que el cliente quiere y lo que realmente necesita.
El hogar como interfaz
La compra de muebles ya no es una decisión puramente racional. Es una experiencia que mezcla emociones, estilo de vida y expectativas. Y cada vez más, también tecnología.
En este contexto, el hogar se convierte en una interfaz. Un espacio donde lo digital y lo físico se funden para ofrecer algo más que productos: certezas. Y si la experiencia se parece a jugar a los Sims, no es casualidad. Es una señal clara de que el retail del futuro será tan funcional como lúdico, tan preciso como inmersivo.