Imagina poder remodelar tu tienda sin mover una sola estantería ni realizar costosos trabajos de construcción. Gracias a tecnologías como los gemelos digitales, los retailers ahora pueden experimentar con diseños, optimizar el espacio y predecir los resultados de cambios antes de llevarlos a cabo físicamente. Esta capacidad de probar y ajustar sin riesgo está transformando la planificación de las remodelaciones de tiendas, ahorrando tiempo y dinero para poder mejorar la experiencia del cliente.
Gemelos digitales: la simulación perfecta
Un gemelo digital es una réplica virtual de un espacio físico que refleja todos los aspectos del comportamiento real de la tienda, desde el flujo de clientes hasta las interacciones con productos. Con esta tecnología se pueden visualizar cambios, pero también permite simular los efectos que tendrían esos cambios en tiempo real. Así se pueden tomar decisiones informadas sin necesidad de hacer ningún cambio físico de prueba.
En el caso de Walmart, la implementación de gemelos digitales ya ha permitido a la compañía optimizar la disposición de productos en más de 1.700 tiendas. Estos gemelos les ayudan a predecir cómo afectará una nueva disposición de estanterías a las ventas y la experiencia de compra, todo sin mover ni un solo artículo. Walmart utiliza estos modelos virtuales para probar nuevas configuraciones y hacer ajustes en sus tiendas sin los costes asociados con remodelaciones físicas.
Además, Walmart también está utilizando IA y sensores IoT para optimizar su gestión de inventarios y mejorar la eficiencia operativa.
Más allá de los gemelos digitales: otras tecnologías en juego
Como hemos visto con Walmart, otras tecnologías emergentes también están transformando la remodelación de tiendas físicas. Estas herramientas, que van desde la realidad aumentada (AR) hasta los sensores IoT (Internet of Things o internet de las cosas) y la Inteligencia Artificial (IA), ofrecen soluciones complementarias y, en algunos casos, alternativas a los gemelos digitales.
A través de dispositivos móviles o gafas de AR, los retailers pueden visualizar cambios de diseño en tiempo real antes de realizar cualquier modificación física. Por ejemplo, IKEA utiliza AR para permitir a los clientes visualizar cómo quedarían los muebles en su hogar sin necesidad de mover nada. Esta misma tecnología se puede aplicar en el entorno de las tiendas, permitiendo experimentar con diferentes configuraciones sin ningún tipo de intervención física.
Otra tecnología complementaria son los sensores IoT, que permiten monitorizar en tiempo real el comportamiento de los clientes y los flujos de personas dentro de la tienda. Estos sensores proporcionan información sobre la efectividad de la disposición de los productos, permitiendo ajustes rápidos basados en datos precisos.
Empresas como Zara y Carrefour utilizan sensores IoT para gestionar el inventario y mejorar la experiencia de compra sin tener que realizar cambios físicos permanentes.
Y es que, con estas herramientas optimizan las rutas de compra, gestionan la distribución de los productos y garantizan que estén disponibles en todo momento. Además, a través de los datos recopilados, pueden optimizar el espacio de los establecimientos y probar diferentes configuraciones de las tiendas de forma rápida y eficiente sin tener que aplicarlas hasta que no sean los cambios definitivos.
Además, la AR y los sensores IoT, la IA también juega un papel fundamental en la remodelación de tiendas. A través de algoritmos predictivos, los retailers pueden prever cómo afectarán ciertas modificaciones al comportamiento del consumidor. Estos algoritmos analizan datos históricos y en tiempo real, como las rutas de los clientes, las ventas y las interacciones con los productos.
Al combinar la IA con gemelos digitales, los retailers pueden optimizar el espacio y la disposición de los productos con mayor precisión, reduciendo la incertidumbre y mejorando la toma de decisiones.
Un retail más ágil y predecible
El futuro de la remodelación de las tiendas físicas está en la optimización digital. A medida que estas tecnologías se combinan y se hacen más accesibles, los retailers podrán adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes de los consumidores. La remodelación ya no será un proceso largo y costoso. Será una prueba constante y una optimización dinámica de la experiencia de compra para hacerla más personalizada y eficiente para los clientes.