Hasta ahora, la tienda física estaba siendo el escenario principal del retail. Era el lugar donde se cerraban las ventas, se desplegaban campañas y se medía el éxito en función del tráfico y el ticket medio. Pero ahora, ese modelo está cambiando a gran velocidad.
En plena era digital, el punto de venta está evolucionando de forma radical. Ya no se trata solamente de vender productos: se trata de construir vínculos. Las tiendas más importantes ya no son simplemente escaparates de marca. Son espacios vivos donde se genera comunidad, se activa contenido, se experimenta y se recoge información clave para mejorar toda la experiencia omnicanal.
Lo que antes llamábamos flagship una tienda insignia pensada para impresionar al cliente está dejando paso a un concepto mucho más potente. La tienda como plataforma de marca, cultura y datos. Hablamos de un espacio de conexión donde conviven lo físico y lo digital, lo comercial y lo experiencial, lo transaccional y lo emocional.
Este cambio no es únicamente estético. Es estratégico. Porque detrás de esta evolución hay una transformación profunda de cómo entendemos el retail. Algunas claves de este nuevo paradigma son las que explico a continuación.
1- Del producto al propósito
Hoy, la diferenciación ya no depende exclusivamente del surtido. La tienda debe reflejar un propósito, una narrativa y una personalidad coherente con los valores de la marca. Es ese relato el que genera conexión y pertenencia.
2- Del layout al journey
Diseñar una tienda ya no consiste sólo en definir zonas de exposición. Se trata de crear un viaje, una experiencia coherente con lo que la marca quiere transmitir, que conecte todos los puntos de contacto: visuales, sensoriales, digitales y humanos.
3- Del tráfico a la comunidad
Más que atraer visitas puntuales, el objetivo es construir una comunidad fiel y comprometida. Espacios donde los clientes compren, pero también vuelvan, compartan, recomienden y se sientan parte de algo más grande.
4- Del ticket al dato
Las tiendas son también una fuente inagotable de conocimiento. Observar cómo se mueven los clientes, qué productos tocan, qué zonas llaman más su atención o qué feedback verbalizan permite afinar la propuesta global de marca. Pero para ello, hay que integrar tecnología, procesos y una mentalidad analítica.
Todo esto lo hemos aplicado en el diseño de nuevos modelos como WOW Concept, donde la tienda es un lugar de descubrimiento, contenido y comunidad. Un espacio abierto al cambio que desafía los límites tradicionales del retail.
Y es también uno de los grandes temas que abordamos en el Phygital Executive Program de The New Retail Business School. Porque repensar la tienda física no es una cuestión de diseño: es una palanca estratégica para conectar con un consumidor que ya no distingue entre canales, sino entre las experiencias que merecen la pena y las que no.
El futuro del retail no está en elegir entre el canal físico o el digital. Está en diseñar espacios que conecten personas, marcas y cultura de forma auténtica, fluida e inolvidable.
Por Dimas Gimeno, director del Phygital Executive Program de TNR